Concejalía de Juventud (Responsable político: Daniel Portilla. Responsable técnico: Luis Ruiz)

1999

Ayuntamiento de Santander ( a través del Espacio Joven)

C/ Cuesta del Hospital 10 - 39008 Santander

Es un programa de “promoción de hábitos de ocio saludables”. A partir de ahí se pretende ofrecer un modelo distinto de ocio: más saludable, creativo, no consumista, no mercantilizado, participativo, en el que los jóvenes sean verdaderos protagonistas.

Se trata, por tanto, de un programa hecho por y para jóvenes, donde juegan un papel muy importante las asociaciones de jóvenes y los jóvenes artistas de la ciudad

Objetivo General:

• Ofrecer una serie de actividades de ocio creativo, participativo y plural para jóvenes, que se aleje de las prácticas de consumo habituales y de los riesgos derivados.

Objetivos Específicos:

• Prevenir actitudes y conductas de riesgo.

• Ofrecer una respuesta a la demanda juvenil de alternativas de ocio.

• Fomentar entre los jóvenes el desarrollo de un ocio menos consumista y más educativo y participativo.

• Dinamizar la juventud santanderina, ofreciéndoles nuevas iniciativas de interés que ayuden a implicarles progresivamente en la vida social.

• Combatir el estereotipo negativo que existe en la población adulta respecto a los jóvenes, a los que a menudo se les relaciona con conductas desviadas, peligrosas e irresponsables.

• Favorecer la participación y asociacionismo juvenil.

• Dar a conocer las producciones culturales de la juventud urbana.

Otros objetivos implícitos:

• Dar a conocer el Espacio Joven (Centro Integral de Juventud del Ayuntamiento de Santander).

• Impulsar el Plan Integral de Juventud.

• Favorecer espacios de relación e interacción entre jóvenes y entre distintas subculturas juveniles (por ejemplo ex- toxicómanos y no-consumidores).

“La Noche es Joven” surgió a partir de una necesidad detectada en el estudio sociológico previo al I Plan Integral de Juventud el Ayuntamiento de Santander, y de ahí que se incluyera en el  Plan como una de las actuaciones a seguir. En el estudio de necesidades previo al Plan, todos los actores sociales consultados coincidían en señalar la carencia de alternativas de ocio que sufría la juventud de Santander. Se pensó que este podía ser uno de los motivos por los que los jóvenes optan, cada vez con menor edad, por un ocio basado en el encuentro en la calle, bar, discoteca, sala recreativa..., en ocasiones unido a un excesivo consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias tóxicas. Asimismo, la creciente importancia concedida a este tiempo de ocio (en el que se vierten grandes expectativas de diversión y autenticidad, ante la dificultad de realizarse en el espacio laboral) lleva a los sociólogos a hablar del ocio nocturno como “ese momento que permite a los jóvenes ser ellos mismos” (escuchan su música, se visten a su manera...) y todo en ello en unos espacios y horarios al margen del control adulto).

A partir de dicho diagnóstico y tras conocer la experiencia de los dos programas pioneros (Gijón y Barcelona), el Ayuntamiento de Santander puso en marcha ‘La noche es Joven’ en 1999, adaptándolos a la realidad de la ciudad.

El programa se inscribe dentro de la filosofía de las “políticas afirmativas de juventud”, que conciben a la condición juvenil como una etapa vital con identidad propia, capaz de aportar a la sociedad nuevas ideas y contenidos culturales. De ahí que se huya -en la concepción, planificación y gestión del programa- de actitudes paternalistas o adultocráticas.

Este tipo de programas reciben un gran impulso a partir de una fuente de financiación continuada promovida desde la Delegación del Plan Nacional sobre Drogas a partir de la Ley del Fondo de bienes decomisados.

El programa va dirigido a los Jóvenes de la ciudad entre 15-30 años, a quienes ofrece un amplio elenco de actividades para todos los gustos, con el fin de poder llegar a las diferentes edades y tipologías juveniles.

Las actividades se dividen en tres tipos: a) cursos-talleres; b) actuaciones culturales y c) actividades deportivas. Y se adaptan tanto a los gustos como a los horarios de sus beneficiarios: tienen lugar en ese espacio propiamente juvenil que son las noches del fin de semana.

Se realizan dos ediciones al año ( finales de marzo-junio y octubre-diciembre), con los intervalos necesarios para evaluar, programar e inscribirse a la siguiente edición (además de evitar los períodos de exámenes y vacacionales, para facilitar la asistencia de los jóvenes)

El programa, desde sus inicios, partió de un modelo de gestión “relacional”, que logró implicar en la organización a un gran número de actores sociales: asociaciones y colectivos juveniles, clubs y federaciones deportivas, compañías de artistas, otras concejalías e instituciones, numerosos centros públicos y privados que ceden sus instalaciones, etc.

De acuerdo con los realizadores del programa, y frente a otros programas de ocio nocturno, ‘La noche es Joven’ se distingue por algunos rasgos propios, como serían:

-       La importancia que se otorga al objetivo de impulsar el arte joven de la ciudad (haciendo especial hincapié en las expresiones ligadas a la “cultura juvenil urbana”: cortometrajes, parkour, grafitti, break, jugger, música moderna, arte independiente, fanzines, etc )

-       La apertura nocturna de espacios de la ciudad “especiales” (por su encanto, originalidad…) poniéndolos a disposición de los jóvenes: estación de ferrocarril, claustro de la catedral, conciertos en tejados de centros públicos, actuaciones en túneles urbanos que se cierran al tráfico, circuitos artísticos en el parque de la Magdalena, salida nocturna en barco con actuaciones, multi-actividades en el Forestal-park de Mataleñas o en las magníficas piscinas del club Marisma, etc.

Vinculado a lo anterior, se han ideado una serie de actividades que se consideran conforman un estilo o “sello” característico de “La Noche es Joven” (multi- actividades muy originales, en espacios especiales, en los que se rompe la barrera entre público y artistas, que implican a distintos colectivos de artistas…). Así, podemos citar, entre otras: la ”Fiesta Final”, la Mansión de las Sensaciones, el “Tunnel- Festival”, el Aqua Spa, la Ruta de las Maravillas, las Noches Chill Out, los “Maratones de cine y actuaciones”, etc.

El programa tiene un presupuesto anual de unos 180.000 euros (incluidos todos los gastos asociados, como los de personal).

En torno al 65%-70% de dicho gasto proviene de ayudas externas, principalmente del Plan Nacional de Drogas, nuestro principal financiador.

Durante cada edición se realiza una evaluación del proceso. Se denomina ‘evaluación interna’ (que incluye una evaluación continua y otra al final de la edición, mediante consulta a todos los actores implicados).

La última ‘evaluación interna’ corresponde a las actividades del 2012 incluidas en la Memoria del programa (Octubre 2013)que recoge información muy completa sobre las actuaciones realizadas, el esfuerzo por innovar actividades y talleres, nivel de asistencia y de satisfacción, perfil de los asistentes, puntos fuerte y débiles de la edición, eficiencia de los medios de publicidad, valoración de los distintos aspectos de la edición, etc. De acuerdo con los datos recogidos resulta que un 34% de los jóvenes santanderinos han participado en el programa, a lo que hay que unir un 25% que proviene de otros municipios. Lo cual lleva concluir que – actualmente- son cerca de 20.000 jóvenes (entre 15-35 años) los que han participado en ‘La Noche es Joven’.

 Esta evaluación se complementa con otra evaluación que se realiza cada 5-6 años y se encarga externamente a empresas especializadas en la que se suele consultar a una muestra representativa de la juventud santanderina y del las asociaciones juveniles que participan en el programa. En la última evaluación externa, incluida en el Informe de la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Santander, se hacen entrevistas a 340 jóvenes contactados por un sistema polietápico estratificado por sexo y edad y distrito durante diciembre de 2012. Se pueden consultar los resultados más ampliamente en dicho informe. En resumen el 88% conoce el programa que identifican como un programa que pone a disposición de los jóvenes actividades de ocio. Valoran muy bien el programa (con un 8 sobre 10) y muchos piensan que sirve para promover un ocio más sano, sin necesidad de recurrir al alcohol. Uno de cada tres santanderinos ha participado en algún momento en este programa.

No existe evaluación de resultados relacionados con su eficacia preventiva. 

Puntos fuertes

Se trata de un programa que mantiene su vigencia desde hace más de una década, innovándose y sin perder su capacidad de atraer jóvenes. Mientras que otros programas de ‘ocio nocturno alternativo’ han ido perdiendo su fuerza a lo largo de los años.

Es un programa que ha conseguido ser bien conocido por los jóvenes de la ciudad de Santander (y alrededores) y se considera que el 34% de todos ellos han participado en algún momento en él. En los últimos 5 años, han sido más de 7000 los jóvenes (contabilizados sin repetir) que han participado en los talleres.

Existe un muy buen nivel de evaluación de proceso de todas las ediciones que se vienen realizando del programa.

La valoración media que hacen los asistentes es de 8 sobre 10.

Por otra parte, el programa está contribuyendo a impulsar a muchos artistas jóvenes y asociaciones juveniles existentes. Y también a impulsar nuevas iniciativas asociativas o artísticas, auto-organizadas por los alumnos/monitores de nuestros talleres, y que acaban actuando o participando en la gestión del programa.

La evolución del programa evidencia un buen apoyo técnico y de las instituciones implicadas, además de haber sabido involucrar a las organizaciones juveniles y artísticas de la ciudad. 

Puntos débiles

El problema principal reside en que no existe una evaluación específica de los resultados en cuanto a la supuesta influencia sobre los consumos de sustancias o de su uso de riesgo.

Presuponer que existe una relación entre este tipo de ocio alternativo y el menor consumo de alcohol y otras drogas no es posible sin datos que lo avalen fehacientemente. Es especialmente importante ahondar en este punto por tratarse de de un tipo de programas ampliamente difundidos en España. Bien es cierto que no muchos programas de este tipo no parecen contar con un apoyo municipal y un seguimiento de las actividades tan importante y constante. 

‘La noche es joven’ posiblemente se realiza de acuerdo a los mejores estándares de este tipo de programas de ocio alternativo. Ha conseguido estabilidad, amplia participación de los jóvenes que no ha decaído a lo largo de los años, una buena implicación de los Servicios municipales que lo promueven, etc.

Pero no existe una evaluación de resultados en cuanto a su eficacia respecto al consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, que es lo que definitivamente cuenta para que un programa pueda ser considerado basado en la evidencia. La necesidad de esta evaluación de resultados es tanto más importante por la existencia de una fuente de financiación pública que hasta la actualidad ha sido constante. También por ser unos programas representativos de toda una línea de actuación preventiva, acerca de la cual no existen antecedentes de programas de este tipo que hayan demostrado hasta la actualidad su eficacia preventiva. Al tratarse de programas muy abiertos y que pretenden diversos objetivos y a los que acuden distintos tipos de jóvenes, no es fácil poder descartar efectos contrapreventivos, cuestión que se tiene que tener muy en cuenta cuando se hagan evaluaciones.

En el año 2003, y como consecuencia de la elaboración de un ‘Catálogo de programas de ocio saludable” se identificaron alrededor de 92 programas. Al final se elaboró el catálogo con 58 de ellos en función de conseguir la información suficiente y de que no fuesen actuaciones muy puntuales. En definitiva, estamos ante un tipo abordaje que podemos considerar ampliamente implementado e institucionalizado. Ello nos diferencia claramente de otros países donde prácticamente no existen este tipo de programas. Razón de más para que, por lo menos en lo que concierne a su vertiente preventiva del consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, sean sometidos a la evaluación correspondiente.

Otra cuestión a considerar hace referencia al papel de los municipios en la prevención. Los ayuntamientos son los responsables de las políticas preventivas en el área del ocio nocturno (también en otros ámbitos preventivos tienen responsabilidades), por lo que sería interesante que de forma sistemática los Ayuntamientos explorasen la aplicación de programas preventivos que han demostrado su eficacia en el espacio nocturno. Existe una falta de experiencias evaluadas en nuestro país en cuestiones como el control del consumo de alcohol a menores, la dispensación responsable de bebidas, etc.