El Programa Discosana es un programa de intervención en materia de drogodependencias enmarcado en el segundo eje de trabajo de la Prevención y Sensibilización Social que define la Estrategia Nacional sobre Drogas 2009 – 2012 elaborado por el Plan Nacional sobre Drogas.
Se trata de un programa que sigue la línea de la reducción de riesgos. Su implantación en el contexto del ocio nocturno y la diversión nos permite acceder a un sector de la población al que difícilmente se llega a través de otros programas de intervención. Pensamos en el colectivo de la hostelería, y más concretamente, de propietarios/as y trabajadores/as de discotecas, pubs y locales de ocio nocturno, como figuras que acceden y están en contacto directo con los usuarios/as de la noche y/o consumidores/as de drogas por lo que su papel como mediadores/as y facilitadores de información y formación en el mundo del ocio nocturno puede ser clave.
La evolución del trabajo de Hazkunde, a través de los programas Millenium y Sintetik desde el año 2000 con los/as usuarios/as y trabajadores/as del ámbito de la noche derivan en el Programa Discosana. Desde entonces hemos ajustado las actividades del programa: evaluación de necesidades y descripción de la realidad a través de grupos de discusión; sensibilización e información mediante distribución de materiales de forma personalizada y testing de sustancias (desestimada esta última en siguientes intervenciones); y formación mediante talleres teóricos y prácticos al personal trabajador en el mundo de la noche.
La exposición del Programa Discosana en foros profesionales a nivel estatal nos confirma la necesidad de poner en marcha proyectos de reducción de riesgos en el ámbito del ocio nocturno como un paso adelante en la prevención del consumo de drogodependencias en otros contextos inaccesibles hasta hace no mucho tiempo.
Los momentos más idóneos para la implantación del programa son: en fechas previas a fiestas patronales, navidades, vacaciones de verano cuando en algunos municipios aumenta la población... es decir; períodos que conlleven un alto crecimiento del ocio nocturno; o en algunos casos, a lo largo de todo el año puesto que durante los fines de semana hay un ocio nocturno importante.
Marco teórico: Filosofía de reducción de riesgos.
La Reducción de Riesgos es un modelo de intervención en toxicomanía que busca responder a las necesidades sanitarias y sociales de los usuarios de drogas. Este modelo de dirige a todos los consumidores y en particular a los que no pueden o no quieren por el momento dejar su consumo. Su objetivo en no solamente de reducir los riesgos y los daños ligados al uso de las drogas, sino también de contribuir al proceso de cura del individuo, de obrar para la adquisición de los derechos cívicos y sociales favoreciendo la reinserción de los usuarios. En este sentido, la reducción de daños es a la vez una práctica y una política. Basa su acción en un doble precepto: el del pragmatismo de las acciones llevadas a cabo en el terreno y el del respecto de lo que escogen los usuarios.
Pero, la reducción de riesgos no pretende ser autosuficiente, al contrario, se inscribe en una lógica de conjunto dentro de una política global y adaptada de lucha contra el abuso de las substancias psicoactivas en el ámbito europeo.
Las estructuras de reducción de riesgos constituyen un pilar esencial de toda política de lucha contra las toxicodependencias. No únicamente de contribuir al descenso de las contaminaciones infecciosas entre los usuarios de drogas o la disminución del número de muertos por sobredosis o de la disminución significativa de la pequeña delincuencia entre estos usuarios.
También permite estar mas cerca de los problemas concretos y de las modalidades de consumo de las poblaciones las mas en peligro.
De transmitir los mensajes de prevención de una manera mas adaptada en particular la los grupos mas reticentes. Los resultados son mucho mejores que los que se obtienen por los canales habituales.
La Reducción de riesgos logra a menudo hacer evolucionar positivamente prácticas con alto riesgo y juega algunas veces un verdadero papel de mediación con los servicios sociales o sanitarios y con el entorno directo de los usuarios.
Los factores sobre los que se inciden en el programa son los siguientes:
Factores personales: físicos y psíquicos teniendo en cuenta el género. Las diferencias de género en cuanto a los efectos, riesgos y síntomas asociados al consumo de drogas.
Factores sociales/culturales: fomentando la calidad de ocio nocturno. Reduciendo los riesgos asociados al consumo de drogas en el contexto de la noche. Culturales: fomentando una mejora de las relaciones interpersonales asociados al contexto de la noche dentro de una política de igualdad de género.
Factores medioambientales: teniendo en cuenta las pautas medioambientales de los locales de ocio nocturno participantes en el programa.
Factores sanitarios: mediante la formación práctica en primeros auxilios asociados al consumo de drogas en el contexto de ocio nocturno.
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